En este artículo vamos a prestar atención a los problemas de la enfermedad de adenoma de próstata, dar una descripción de los signos, síntomas y complicaciones de la ampliación de la próstata, así como formas de tratar la prostatitis en casa.
En primer lugar, tenga en cuenta lo siguiente: este artículo sólo tiene fines informativos y no constituye un diagnóstico médico. Si tiene alguna duda que requiera intervención médica, consulte a su médico.
¿Qué es la hiperplasia benigna de próstata y por qué se produce?
Según estudios médicos realizados en España, las manifestaciones clínicas de la hiperplasia benigna de próstata se dan en el 26-43% de los hombres de 35-55 años, en el 45-68% de los hombres de 50-70 años y en el 75-80% de los hombres de 80 años o más.
Cabe señalar que la incidencia de la hiperplasia prostática varía de un estudio a otro, ya que en algunos casos las cifras se basan en estudios clínicos. Los primeros signos histológicos de la enfermedad pueden detectarse mediante el examen microscópico de la próstata a partir de los treinta años de edad.
Sin embargo, la enfermedad clínicamente significativa detectable en el examen clínico estándar aparece a una edad más avanzada. A los 60 años, el 55% de los hombres ya padecen hiperplasia prostática, que en algunos de ellos requiere tratamiento.
La próstata, también conocida como glándula prostática, es un órgano ligeramente mayor que una nuez situado debajo de la vejiga y forma parte del aparato reproductor masculino.
La hiperplasia prostática benigna (adenoma de próstata) es un crecimiento excesivo del tejido glandular prostático que conduce al agrandamiento del órgano, lo que puede causar problemas urinarios, flujo de orina deficiente, sensación de vaciado incompleto de la vejiga, micción frecuente o nocturna y otras complicaciones más graves.
Con el tiempo, puede provocar infecciones urinarias, cálculos en la vejiga y enfermedad renal crónica en algunas personas.
El agrandamiento de la próstata dificulta la micción, ya que la parte prostática de la uretra se estrecha, sobre todo si el crecimiento del adenoma se dirige hacia la vejiga y aumenta el tono de las fibras musculares lisas del estroma.
En la fase inicial de la patología, la afección se compensa con un aumento del trabajo del detrusor, cuya fuerza permite la evacuación completa de la orina.
Con la progresión de la enfermedad, se producen cambios en la pared de la vejiga, en la que la capacidad del órgano aumenta gradualmente, y las paredes se vuelven más delgadas.
La hiperplasia prostática benigna y la estasis urinaria provocan reflujo de orina, cistitis, cistolitiasis, transformación hidronefrótica de los riñones e insuficiencia renal crónica.
Causas del adenoma de próstata
Los principales urólogos consideran que el factor principal en el desarrollo del adenoma de próstata es un cambio en el fondo hormonal asociado al envejecimiento natural con una función testicular normal.
Se cree que el predominio de dihidrotestosterona y estradiol relacionado con la edad estimula receptores específicos en la glándula que desencadenan la hiperplasia celular.
Otras causas de riesgo son:
- Sobrepeso y obesidad: la acumulación de tejido adiposo, especialmente en la zona abdominal, es una de las causas del agrandamiento de la próstata. Esto se debe a una disminución de los niveles de testosterona en los hombres obesos. Además, el hipoandrogenismo aumenta la cantidad de estrógenos, lo que incrementa la actividad de la dihidrotestosterona, que favorece la hiperplasia.
- Patrones dietéticos: el consumo de alimentos ricos en grasas aumenta la probabilidad de hiperplasia prostática en un 34%, y la inclusión diaria de carne roja en la dieta aumenta la probabilidad de hiperplasia prostática en un 41%. Se desconoce el papel exacto de los alimentos grasos en la causa de los procesos hiperplásicos, presumiblemente contribuyen a los desequilibrios hormonales relacionados con la dihidrotestosterona.
- Diabetes: los niveles elevados de glucosa y la resistencia a la insulina aceleran la progresión de la hiperplasia. Los niveles de glucosa en la diabetes son elevados no sólo en la sangre, sino también en todas las células de la próstata, lo que estimula su crecimiento. Además, la diabetes daña los vasos sanguíneos, incluida la glándula prostática, lo que puede provocar el agrandamiento de la próstata. Varios estudios demuestran que los hombres con diabetes y niveles elevados de lipoproteínas tienen 5 veces más probabilidades de que se les diagnostique prostatitis.
- Herencia: la predisposición genética importa, si a los familiares varones de primera línea se les diagnostica precozmente un adenoma de próstata con síntomas graves, aumenta el riesgo de desarrollarlo en la siguiente generación de hombres.
Síntomas del agrandamiento precoz de la próstata
Los síntomas del adenoma de próstata aparecen cuando la glándula en crecimiento empieza a comprimir la uretra y a bloquear el cuello de la vejiga, provocando la obstrucción de la uretra.
La presión adicional sobre la vejiga puede provocar el engrosamiento de sus paredes, lo que dificulta su vaciado completo.
Los síntomas de la prostatitis pueden dividirse a grandes rasgos en síntomas urinarios asociados con la uretra y el cuello de la vejiga, y síntomas acumulativos asociados con la vejiga.
Los síntomas urinarios de la prostatitis incluyen:
- Dificultad para iniciar la micción y retención urinaria.
- Un chorro de orina débil o intermitente.
- Necesidad de empujar o hacer un esfuerzo al orinar.
- Sensación de retención urinaria cuando la vejiga no se vacía por completo.
Los síntomas de acumulación de orina en la prostatitis incluyen:
- Micción frecuente siete o más veces al día.
- Incapacidad para retrasar la micción
- Micción frecuente durante el sueño
- Micción dolorosa
- Emisión repentina de orina cuando necesita ir al baño.
Estos síntomas pueden sugerir qué parte de la uretra está afectada, lo que a su vez puede ayudar en el diagnóstico y tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata.
El curso de la enfermedad puede manifestarse de forma individual en distintos pacientes, en algunos el crecimiento de la glándula prostática puede ser lento y no causar nunca problemas graves, mientras que en otras situaciones el agrandamiento puede ser rápido.
Los síntomas dependen del grado de obstrucción uretral. Si la próstata agrandada oprime la uretra, hay quejas de micción frecuente en pequeñas porciones, especialmente por la noche, un chorro lento y una sensación de vaciado incompleto, independientemente de la frecuencia de la micción.
A medida que crecen los nódulos adenomatosos, cambia la inervación, lo que provoca ganas incontrolables de orinar y, posteriormente, incontinencia urinaria.
Tratamiento del adenoma de próstata
El tratamiento del adenoma de próstata está interrelacionado con el grado de gravedad de los síntomas obstructivos y las complicaciones, la edad del paciente y la presencia de patologías concomitantes.
Con la llegada de los alfadrenobloqueantes, muchos pacientes con hiperplasia prostática tienen la oportunidad de evitar la intervención quirúrgica. Los fármacos relajan los músculos de la próstata, la uretra y el cuello de la vejiga, aumentando así la fuerza del chorro de orina.
La terapia farmacológica se utiliza en pacientes con trastornos urinarios graves, moderados e incluso pronunciados. Los inhibidores de la 5-alfa-reductasa se prescriben para prevenir la progresión de los síntomas de obstrucción urinaria.
Los urólogos suelen prescribir varias clases de fármacos que pueden utilizarse solos como monoterapia o combinados entre sí como terapia combinada:
- Los alfabloqueantes son la opción de tratamiento de primera línea más habitual; ayudan a mejorar el flujo de salida de la orina al relajar los músculos lisos de la glándula prostática y el cuello de la vejiga.
- Los inhibidores de la 5-alfa-reductasa pueden utilizarse solos, pero lo más frecuente es que se prescriban junto con alfabloqueantes. Pueden ayudar a prevenir la progresión de la enfermedad del tracto urinario y reducir la necesidad de cirugía de próstata.
Los posibles efectos secundarios de los alfabloqueantes incluyen dolores de cabeza, debilidad, congestión nasal, mareos al ponerse de pie, problemas de eyaculación y disfunción eréctil.
La inclusión de inhibidores de la 5-fosfodiesterasa en el régimen mejora la micción y tiene un efecto positivo sobre la función eréctil.
La farmacoterapia con el inhibidor de la 5-alfa-reductasa dutasterida Avodart es un tratamiento muy eficaz para los pacientes con adenoma de próstata.
El uso prolongado de dutasterida en el tratamiento de pacientes con prostatitis previene la progresión de la enfermedad, se acompaña de una reducción significativa del volumen prostático, reduce el riesgo de retención urinaria aguda y evita la intervención quirúrgica.
Tras unos 5-7 meses de toma de comprimidos de dutasterida, se desarrolla un efecto clínico favorable, que los médicos recomiendan mantener para minimizar la progresión del agrandamiento de la próstata durante el año siguiente.
¿Cómo tomar Dutasterida para el tratamiento de la prostatitis?
La dutasterida es un nuevo medicamento prometedor para el tratamiento de la hiperplasia prostática en pacientes con síntomas moderados a graves del tracto urinario inferior.
La dutasterida inhibe la actividad de las isoenzimas responsables de la conversión de testosterona en dihidrotestosterona, responsable del desarrollo de la hiperplasia prostática.
Para reducir el riesgo de retención urinaria aguda y la necesidad de tratamiento quirúrgico, se recomienda tomar 1 comprimido de dutasterida 0,5 mg al día durante 8 semanas o más.
Esto aliviará los síntomas, reducirá el volumen de la próstata y aumentará el flujo de salida de la orina.
¿Con qué rapidez actúa la dutasterida?
La dutasterida empieza a actuar inmediatamente, pero no reduce de inmediato los síntomas del adenoma de próstata. Puede tardar de 2 a 3 semanas en notar la mejoría.
La dutasterida está indicada para el tratamiento a largo plazo. Recuerde que la dutasterida actúa durante un largo periodo de tiempo antes de que disminuya la cantidad del principio activo del medicamento en su organismo.
Si deja de tomar dutasterida, una cierta cantidad del medicamento permanecerá en su cuerpo durante 5 a 7 meses después de su última dosis.
Antes de empezar a tomar dutasterida para tratar el adenoma de próstata
La mayoría de los efectos secundarios habituales de la dutasterida son de naturaleza sexual.
Esto se debe a que el fármaco reduce los niveles de dihidrotestosterona.
Los efectos secundarios más frecuentes de la dutasterida son:
- Disminución de la libido
- Disfunción eréctil, también conocida como erecciones débiles.
- Disminución del volumen de eyaculación
- Mareos
- Erupción cutánea
Los efectos secundarios más frecuentes, como la disfunción eréctil, pueden controlarse satisfactoriamente con fármacos que aumentan la erección, como Viagra con sildenafilo.
Conclusión: ¿qué éxito tiene el tratamiento de la hiperplasia prostática?
El agrandamiento de la próstata o hiperplasia prostática se trata con medicamentos como los alfabloqueantes y los inhibidores de la 5-alfa-reductasa (Avodart dutasterida, Proscar finasterida), que reducen los síntomas del tracto urinario inferior, mejoran el flujo de salida de la orina y ayudan a ralentizar la progresión del crecimiento excesivo.
Pueden utilizarse otros medicamentos como Cialis tadalafil o remedios a base de plantas para apoyar el tratamiento.
La intervención quirúrgica suele recomendarse cuando la medicación no es eficaz o aparecen complicaciones. También puede recurrirse a la intervención quirúrgica si el paciente desea evitar tomar pastillas a diario o experimenta efectos secundarios graves.
Aunque la cirugía es más eficaz para aliviar los síntomas del adenoma de próstata, conlleva un mayor riesgo de complicaciones de la función eréctil y requiere una reintervención en el 5% de los casos.
Para obtener alivio, independientemente de la gravedad de sus síntomas, haga que las siguientes actividades formen parte de su tratamiento:
- Aumente la actividad física. Incluso el ejercicio de intensidad moderada, como caminar o correr, puede ayudar a aliviar los síntomas de la prostatitis.
- Siga un horario para orinar. Para evitar las ganas de orinar, vaya al baño cada dos horas para vaciar la vejiga. Procure no ir al baño durante más de tres horas.
- Limite el consumo de alcohol y cafeína. La cafeína no sólo actúa como diurético, eliminando líquido del cuerpo e irritando la vejiga, sino que también puede estimular la producción de hormonas que provocan la hiperplasia.
- Controle la ingesta de líquidos. Debe beber la cantidad recomendada de agua al día para mantener una buena salud, pero reduzca la ingesta de líquidos antes de acostarse para evitar tener que orinar por la noche.